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Cuando los huevos no eclosionan

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Cuando los huevos no eclosionan
En el momento que la hembra ha depositado en el nido el tercer o cuarto huevo, es cuando normalmente procedemos a colocar en el ponedero todos los huevos de la nidada, que previamente hemos retirado en previsión de que los pajarillos nazcan todos a la vez, brindándoles las mismas oportunidades de supervivencia. Nuestra ilusión está a trece días vista, aunque se dan casos de eclosión a los catorce o quince días, según la constancia incubadora de la hembra.Si todo el proceso de incubación se desarrolla con normalidad, nos encontraremos al término de esta con un montoncillo de carne y plumas apelotonado en el fondo del nido. Cuando esto no ocurre, el criador se impacienta y espera un día más; si no han eclosionado al catorce se arma de paciencia y sigue esperando, pero con frecuencia a los quince días la desilusión aparece y solemos abrir los huevos.Cuando rompemos los huevos, nos podemos encontrar con dos situaciones:
Primera: El embrión está vivo y a punto de eclosionar; todavía le rodean los vasos sanguíneos y el vitelo no ha sido aun reabsorbido. Esta situación puede ser debida a que a algunas hembras no les entra la fiebre de la incubación hasta que no han puesto el último huevo y su organismo no coge la temperatura de incubación. Si no seguimos abriendo huevos es posible que algunos lleguen a nacer. Segunda: El embrión está abortado; suelen estar perfectamente formados, pero por algún motivo no han conseguido la rotura del cascarón. ¿Cuales han sido las causas? ¿Como podemos evitarlas? Son sin duda alguna las preguntas que nos solemos hacer. Pues bien, las causas más frecuentes parecen ser las derivadas de: 1.. La poca vitalidad del polluelo por motivos de crianza en una consanguinidad muy cerrada. 2.. Genes letales. 3.. Infecciones transmitidas por el aparato reproductor de los adultos. 4.. Abandono de incubación en momentos muy prolongados. 5.. Falta de calcio en la cáscara del huevo. 6.. Cascara del huevo demasiado gruesa. 7.. Suciedad en los huevos. 8.. La humedad ambiental.
1ª. POCA VITALIDAD DEL POLLUELO DEBIDO A CRIANZA EN CONSANGUINIDAD.En todo criadero con buenos reproductores se suele utilizar el modelo de cría en consanguinidad. Esto asegura nuestra línea de crianza en cuanto a conseguir buenos sujetos muy parecidos al estándar. Para fijar líneas se aparean padres con hilos e incluso hermanos con hermanos.En principio estos cruzamientos no suelen presentar problemas, pero, cuando apareamos repetidamente sujetos que están muy próximos en sangre, es cuando se nos plantean problemas de vitalidad en las nidadas; obtendremos crías menores en talla y serán éstas crías de las que siempre tendremos que estar pendientes de ellas, al requerir más cuidados; no cabe duda que suelen ser siempre las primeras bajas que tendremos en el criadero. No hay que olvidar que el proceso de eclosión requiere el mismo esfuerzo para todos los pichones y los menos fuertes tendrán más dificultades en nacer o no nacerán.Recordemos cómo actúa el embrión cuando se dispone a nacer. El polluelo esta situado en el interior del huevo con la cabeza en el polo más ancho y en contacto con la membrana que separa la cámara de aire; extendiendo el cuello hacia arriba consigue romper la membrana y su pico entra en contacto con la cáscara. Por medio de movimientos rítmicos va empujando con el pico la cascara hasta que produce un agujero por donde, con la ayuda del diente que tiene en su pico y con movimientos de su cabeza, la va rasgando mientras gira lentamente. Cuando ha roto todo el perímetro del cascaron, los movimientos de estiramiento de cuello y hombros van separando la cascara por la mitad. Pues bien, todo esto que tiene que hacer el polluelo para alcanzar la libertad, le causa un desgaste y un consumo de energías que los polluelos más débiles no consiguen superar y mueren por agotamiento en el interior del huevo, sin ni si quiera conseguir romper la membrana de la cámara de aire.Para criar en consanguinidad, tendremos que evitar los cruces entre ejemplares que estén muy cercanos en el árbol genealógico y siempre elegir los ejemplares que más vitalidad presenten.2ª. GENES LETALES.
Los genes que actúan para formar los factores Intenso, Blanco dominante y la moña, nos darán huevos que se desarrollan normalmente hasta el octavo a noveno día de incubación, pero un 25% de la nidada no eclosionará al actuar dichos genes sobre algunos de los huevos y estos se abortaran. INTENSO HOMOCIGOTICO = LETAL. BLANCO DOMINANTE HOMOCIGOTICO = LETAL. MOÑA HOMOCIGOTICO = LETAL. Evitaremos, pues, este tipo de apareamientos de Intenso X Intenso, Blanco dominante X Blanco dominante y Moña X Moña, si queremos que nazcan un mayor número de crías.3ª INFECCIONES TRANSMITIDAS POR EL APARATO REPRODUCTOR DE LOS ADULTOS.Múltiples son las enfermedades infecciosas que pueden transmitir los adultos a través de su aparato reproductor. Las más frecuentes son la "SALMONELA Sp" y la "ESCHERICHIA Coli". Por eso es conveniente tratar a los reproductores en los meses que anteceden a la crianza con algún fármaco que ayude a evitar este tipo de infecciones. Por ejemplo, yo utilizo la Ampicilina que es una penicilina de acción bactericida y que trata las infecciones de tracto intestinal e infecciones genetico-urinarias. Hay que adquirirla en forma de suspensión. La dosificación que empleo es de doce gotas en un bebedero de 60 c.c.. Después de una semana con este tratamiento, les suministro un repoblador de flora durante cinco días. El tratamiento lo repito dos veces antes del inicio de la cría con un intervalo de quince días. Cuando han nacido las crías, suministro la misma dosificación hasta pasados los diez primeros días para a continuación seguir con agua limpia.4ª ABANDONO DE LA INCUBACIÓN EN ALGUN MOMENTO MUY PROLONGADO.Si durante el periodo de incubación seguimos suministrando comida muy rica en grasas y proteínas es posible que algunas hembras sufran de un exceso de celo y abandonen la puesta a medio incubar para hacer otro nido y otra postura de huevos. Desaconsejo el empleo de Vitamina E y de semillas germinadas mientras las hembras permanezcan recostadas sobre el ponedero. También puede suceder que tormentas por la noche asusten a la hembra que abandona el nido y luego en la oscuridad no encuentra el camino para regresar y seguir incubando. Esta era la antigua creencia de que, cuando había tormenta, los huevos se tronaban y no salían; todos colocábamos una moneda de cobre para que absorbiera las vibraciones y no se estropearan los huevos. Para que esto no ocurra, yo siempre dejo una bombilla pequeña de color rojo en el centro del criadero; si la hembra sale del nido por la noche, tiene la visibilidad suficiente para regresar al nido y no molesta en absoluto el sueño de los pájaros; además es muy útil para comprobaciones nocturnas. También puede ocurrir que un exceso de celo en el macho le provoque el continuo cortejo a la hembra y las continuas riñas hacen que ésta este poco tiempo en el nido. Si observamos esto, es mejor separar el macho y destinarlo a cubrir otra hembra para restituirlo cuando hayan nacido los pollos.5ª. FALTA DE CALCIO EN LA CÁSCARA DEL HUEVO.La insuficiencia de minerales provoca que la hembra tenga que utilizar su reserva de estos en la fabricación de la cubierta de los huevos y deposite los huevos con una cascara muy fina o incluso con zonas sin cascara que suelen coincidir con el polo inferior. Suministraremos a la hembra abundante grit y hueso de sepia para evitar esta descalcificación. A veces ocurre que, al retirar algún huevo del nido, resulta que éste esta pegado en el pelote y al levantarlo le hacemos un leve desconchamiento, con el lógico disgusto para el criador. Normalmente ya es inservible para la incubación y lo solemos tirar. Cuando esto ocurre hay un truco casero que da bastante buen resultado. Consiste en recubrir el desconchamiento con laca de unas de las que utilizan las señoras. La posibilidad de incubación y nacimiento son satisfactorias en un alto porcentaje siempre que la rotura no este situada en el polo ancho del huevo que es por donde se realiza el intercambio gaseoso.6ª. CÁSCARA DEL HUEVO DEMASIADO GRUESA.Una cáscara muy dura puede impedir que el embrión, cuando inicia su nacimiento, rompa la cubierta del huevo y muera. Sobre todo cuando el embrión este escaso de fuerzas debido a la crianza en consanguinidad o infecciones microbianas, como hemos comentado anteriormente. Los huevos son muy porosos para permitir el intercambio de gases y la ventilación del embrión y una cáscara demasiado gruesa puede llegar a impedir que el intercambio gaseoso se realice con éxito. Humedecer los huevos con agua un par de días antes de la eclosión, suaviza la cascara.7ª SUCIEDAD EN LOS HUEVOS.Siempre que observemos que los huevos están sucios debido a excrementos o a que se ha roto alguno y ha manchado el resto, deberemos limpiarlos para impedir que esta suciedad obstaculice el trabajo del polluelo al nacer y pueda morir por agotamiento. Colocaremos los huevos sucios en un recipiente con agua tibia durante diez minutos y la suciedad se desprenderé fácilmente. Todos hemos observado que una nidada fecunda presentara un aspecto azulado y muy brillante y nos daremos cuenta de que la cascara ya no es tan rugosa como al principio, sino mas lisa y suave. 8ª. LA HUMEDAD AMBIENTAL. La humedad en el ambiente también influye en la buena o mala marcha de la incubación. Un ambiente demasiado seco puede llegar a desecar las cubiertas embrionarias, ahogando el pichón en su envoltorio. Si el ambiente es muy seco deberíamos colocar humidificadores en el criadero o simplemente dejar permanentemente uno o varios calderos de agua en nuestro aviario. Si el ambiente es demasiado húmedo, nos sería muy útil la adquisición de un deshumidificador que, con ayuda del higrómetro, nos mantendrá el ambiente con el grado justo de humedad que debería rondar el 70% aproximadamente.Estos ocho apartados son algunas de las posibles causas de mortalidad embrionaria durante su desarrollo incubacional. Tratemos de evitarlas para que nuestra producción anual de pájaros sea lo más fructífera posible y podamos obtener un mayor número de ejemplares que nos permita poder elegir entre ellos los más fuertes y sanos, para así seguir manteniendo nuestras cepas de canarios en el nivel tan alto que se esta ganando día a día la canaricultura española. No olvidemos que las buenas condiciones en que tengamos nuestro aviario y un mínimo de atenciones diarias serán las claves del éxito Por Francisco Sánchez de la Riva. Juez de color/FOCDE 2.000

Origen de los colores de las aves

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Origen de los colores de las aves
Las aves aventajan a cualquier otro ser vivo por la riqueza de los colores, de su plumaje, debida a la conjugación de numerosos, elementos.Los colores aparecen en el plumaje según dos procesos distintos: por los pigmentos que se forman en las plumas (pigmentación) y por la propia estructura de la masa queratinica (coloración estructural).PigmentaciónLos colores de pigmentación están constituidos de hecho por los granos de pigmento contenidos en las células medulares de las barbas de las plumas. Estos granos de pigmento, llamados melaninas debido a su coloración oscura, se subdividen en dos grupos: las eumelaninas, negras o pardo oscuras, en forma de bastoncillos, y las feomelaninas, redondas de color castaño. Si existe una fuerte concentración se obtiene una coloración negra, y si se hayan más dispersas, darán lugar a tonalidades grises.Las feomelaninas pardas, por orden decreciente de densidad, dan diversos tonos comprendidos entre el pardo oscuro al castaño amarillento, pasando por el castaño rojizo.Además de las melaninas, gránulos pigmentarios compuestos de sustancias albuninosas poco solubles las plumas contienen colorantes compuestos, no de granos, sino de una sustancia difusa llamado lipocromo, que es soluble en los aceites y las grasas. Este colorante observado también en los vegetales y llamado carotenoide, da lugar a los tonos amarillos y rojo del plumaje.Colores estructuralesLos colores estructurales no se forman por la adición de nuevos colorantes, sino por la disposición particular de los colorantes antes citados o por la difracción y orientación de los rayos solares. La relativa rareza de aves con coloración verde es debida tal vez a que la formación de este color requiere una especial distribución de los diversos colorantes en las barbas de la pluma, a la cual debe añadirse la acción de la luz solar.La observación al microscopio del corte de una barba coloreada permite distinguir tres partes:
a) El anillo exterior, llamado cortex, que contiene el colorante difuso (carotenoides).b) La zona nebulosa hueca o cloudy zone, donde tiene lugar la difracción de la luz solar.c) El centro, compuesto de una masa negra denominada medula. La médula esta compuesta por innumerables células, en cuyo centro se halla una ampolla vacía o vacuolas. Alrededor de cada vacuola se fijan una serie de cápsulas rellenas de colorante negruzco al que hemos dado el nombre de melanina.
Brillantez del plumaje: intensivo y no intensivo.El plumaje, de algunas aves en especial las granívoras, aparece aveces como salpicado de una substancia blanca parecida a una ligera capa de moho, a estos animales los llamamos nevados, o no intensivos.La explicación de este fenómeno es relativamente sencilla, las plumas han crecido demasiado deprisa y a los extremos no ha llegado el pigmento quedando estos descoloridos, lo que confiere al conjunto un aspecto blancuzco. Los ejemplares afectados ofrecen no obstante, una impresión de vigor y fuerza. La mayor parte de las aves pertenecen a esta categoría, aunque se encuentran igualmente ejemplares de plumaje con crecimiento menos exagerado de las plumas ha permitido que el pigmento llegue hasta el borde de las plumas no atenuando los brillantes del colorido. A estos animales los llamamos de factor intenso. Dentro de la misma especie existe, por supuesto, toda una gama de matices entre los ejemplares de plumaje vivamente coloreado y aquellos que lo presentan más deslucido.Dibujo en mosaicoEl dibujo en mosaico, caracteriza por una coloración más intensa de las cejas, mejillas, obispillo espalda y garganta, se observa en el plumaje de numerosas especies. Estas cinco manchas a veces más evidentes, expresan la agresividad o la llamada sexual, según se hallen situadas en la parte anterior o posterior del cuerpo.¿Como se forman los colores que percibimos?Nadie ignora que un rayo de luz blanca esta compuesto por un haz de colores, cada uno de los cuales corresponde a una longitud de onda determinada. Siguiendo un orden decreciente de estas longitudes de onda se distinguen: el infrarrojo (invisible para el ojo humano), el rojo, el anaranjado, el amarillo, el verde, el azul, el índigo, el violeta y el ultravioleta (imperceptible para el ojo humano).Sabemos también que la luz blanca se rompe y se difracta al atravesar una capa de gotitas de agua, formando un arco iris. Un fenómeno semejante tiene lugar cuando la luz alcanza las plumas de un ave verde, como el verderón.La luz se difracta en la zona nebulosa (cloudy zone), que contiene unas burbujas de aire que cumplen la misma función que las gotitas de agua que dan origen al arco iris. Los rayos luminosos de gran longitud de onda son absorbidos por la melanina de la medula, mientras que los rayos azules son reflejados a través de la zona nebulosa. Nuestros ojos perciben, pues, estos rayos azules al mismo tiempo que la coloración amarilla contenida en la capa exterior cortex de la barba. La combinación de amarillo y azul confiere al Verderón y a los demás pájaros verdes el color que percibimos, aunque sus plumas no contiene ningun pigmento ni colorante verde.Si el anillo externo (el cortes) no contiene colorante amarillo, los rayos azules llegaran a la retina sin atravesar la zona amarilla, permitiendonos percibir entonces una coloración estructural azul.Los tono metálicos, como el azul y el violeta son originados por la refracción de los rayos de luz sobre el plumaje y su efecto varia según el ángulo de difusión de la luz. Observad la aparición de colores metálicos cuando un rayo del sol alcanza una mancha de aceite y flota en el agua. El cuello de la paloma, el dorso del Anade real y todo el plumaje del Estonio Común, nos dan maravillosos ejemplos de colores metálicos (azul, violeta, verde y púrpura). La sucesión de colores metálicos a veces se hace evidente de forma inesperada cuando los estorninos se posan en fila en un cable del tendido eléctrico, a distintas distancias de la fuente luminosa. Por Antonio Avila Sánchez, Juez FOCDE y OMJ de híbridos, fauna europea y postura.

Porque cantan las aves

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Porque cantan las aves
Los naturalistas rechazan la idea de que las aves cantan a causa de su buen estado de ánimo. Resulta difícil conciliar una interpretación excesivamente sentimental del canto de las aves. Al cantar, un ave está consumiendo tiempo y energía, que podrían servirle para buscar alimentos, al mismo tiempo que anuncian su presencia a los predadores. Las aves hubieran dejado de cantar hace mucho tiempo si el valor de supervivencia de esta manifestación sonora no sobrepasara los peligros que entraña. El canto es tan solo uno de los elementos en el vocabulario de las aves. Además, cada especie posee sus propios gritos: más de una docena de sonidos diferentes en muchas especies, cada uno con su significado propio. A veces resulta difícil establecer unos límites precisos entre el canto y la llamada. Pero el canto está relacionado principalmente con la defensa de un territorio o con la atracción de un compañero, mientras que el objetivo de las llamadas consiste en trasmitir otros tipos de información, como, por ejemplo, avisar de la aproximación de un predador. Los cantos tienden a ser unos complicados arreglos de notas, emitidas de un modo rítmico, la mayoría de las veces por el macho. Las llamadas suelen consistir en grupos cortos de hasta cuatro o cinco notas, menos agradables, al menos al oído humano. Un ave es capaz de comunicar muchos datos con los sonidos que articula; puede indicar su especie, sexo, identidad individual e incluso su condición. Puede desencadenar excitación sexual, curiosidad, alarma o temor en otra ave. Por medio de estos sonidos puede también atraer a una pareja o ahuyentar a un rival. Además puede transmitir noticias: donde se encuentran alimentos o donde hay un lugar para anidar. También puede avisar a los demás de la presencia de un predador. Pero, cuando canta, el mensaje habitual que trasmite el ave es la proclamación de su territorio. Al iniciarse la época de cría, existen dos instintos que dan forma a la vida de muchas aves: el de establecer un territorio y el de buscar pareja. El canto, en su carácter de idioma que trasmite información de un ave a otra, hace posible ambos objetivos. La mayoría de las especies que cantan pueden distinguirse unas de otras por su canto y, de hecho, esto constituye una función vital del mismo. Al tiempo, el canto de un ave revela el sexo al que pertenece (generalmente se trata de machos); sólo cantan las hembras de algunas especies, como la del petirrojo, ya que ambos sexos mantienen territorios en invierno. El canto se interpreta de distinto modo según el sexo del oyente. Así, el mismo sonido tararea a las hembras solitarias y repelare a los machos intrusos. Pero el canto de un ave proporciona detalles aun más sutiles; mediante variaciones imperceptibles en la tonalidad, ritmo o repertorio, puede expresar también la identidad individual del ave. Los cantos territoriales son avisos de largo alcance de un ave a otra. Deben ser fuertes y claros para tener eficacia y, desde luego, lo suficientemente intensos como para que se oigan más allá de los límites del territorio. Por regla general, cuando menos llamativo es el plumaje de un ave más sonoro es su canto. Las aves que viven y crían en terrenos con vegetación espesa tienden a cantar con más fuerza que las que habitan en zonas abiertas. Teniendo en cuenta el tamaño del ave, el canto del chocheen resulta increiblemente penetrante; pero el chochin, que suele defender un territorio de una hectárea, tiene que hacerse oír en competencia con muchas otras aves que viven en los bosques espesos. El canto también debe ser lo suficientemente persistente como para surtir eficacia, y a esto se debe que las aves repitan sus frases de canto cientos de veces al día. El escribano repite su estribillo una y otra vez, desde que empieza el día hasta que anochece; quizá haya "dicho" lo mismo más de mil veces. Numerosas especies eligen posaderos de canto en lugares elevados de los arboles, para asegurarse de que su canto abarca la zona más amplia posible. Otras añaden un efecto visual a su anuncio describiendo trayectorias características en el aire. Los cantos en vuelo son especialmente característicos de las aves terrestres que crían en terrenos abiertos y sin arboles. Es muy raro que las aves rivales recurran al combate físico, pues el riesgo de producirse autenticas lesiones es demasiado grande para que represente un modo práctico de solucionar un problema. En lugar de ello, han desarrollado unos modos de comportamiento con los que obtienen resultados sin exponerse a muchos peligros. Sus cantos territoriales, al igual que sus complicadas exhibiciones amenazantes, constituyen batallas de nervios y cada ave desahoga la tensión acumulada por medio de los impulsos contradictorios: el impulso a la lucha y el impulso a la huida. Un petirrojo que se introduce en terrero ajeno procura hacer el menor ruido posible. Si el propietario lo ve, lo más probable es que le cante con una especial intensidad. Suele huir inmediatamente hasta su propio territorio; si no es así, apoyan el canto con posturas agresivas. A continuaci ón puede haber persecución y, si todo fallo, las aves llegan a la lucha. El ave que canta en defensa de su territorio presta una cuidadosa atención a los cantos de las otras que defienden los suyos. El petirrojo, por ejemplo, se detiene entre cada frase de su canto, permitiendo asi que sus rivales "contesten". Mediante los "duelos" de canto que mantiene con sus vecinos, el ave conoce quienes son, donde se encuentran sus rivales, si hay alguna probabilidad de que le molesten o si puede ignorarlos tranquilamente. El canto de las aves está íntimamente ligado a la estación en que se emite y, a pesar de que algunas de ellas pueden cantar en cualquier época del a ño, nunca vociferan tanto como en primavera, cuando establecen sus territorios. Al aproximarse el verano y entregarse al emparejamiento y la construcción de sus nidos, a la puesta, a la incubación y a la cría de sus pollos, los cantos de muchas especies se tornan más intermitentes o apagados e incluso cesan del todo. El canto primaveral surge como respuesta a las modificaciones que las hormonas provocan en el organismo del ave, particularmente el aumento de tamaño de sus órganos reproductores, que se debe al mayor numero de horas de luz. En invierno, la mayoría de las aves enmudecen y, en general, la lluvia y el mal tiempo tienden a inhibir el canto. En el ciclo diario, al igual que en el estacional, la luz es el factor principal que influye en el canto. El tránsito de la noche al día produce el mismo efecto en el canto que el paso del invierno al verano. Son más las aves que cantan durante 20-40 minutos que dura el amanecer que las que lo hacen durante cualquier momento del día. No es fácil aducir una razón biológica para ello, aunque existe alguna ventaja en que todas las aves canten al mismo tiempo, ya que de esa manera cada una se entera de lo que esta sucediendo a su alrededor y donde se encuentran sus rivales. Son muy pocas las especies que cantan continuamente durante el día; la mayoría se apaciguan después de la exuberancia inicial del amanecer y se apagan hacia el mediodía. Aparece un resurgimiento del canto al atardecer y casi todas las especies enmudecen al caer la noche. El ave que canta por la noche suele hacerlo por la misma razón que la que canta durante el día; la llamada del cárabo común es una expresión de su propia identidad y una cita con su pareja. Más difícil resulta establecer el porque los ruiseñores cantan tanto de noche como de día. Las aves también emplean lo que podíamos denominar "avisos y llamadas". La mayoría de las aves viven en peligro constante de ser abatidas por sus predadores. No puede sorprender, por tanto, que en su lenguaje incluyan un sistema de alarma sumamente eficaz contra los predadores. El primer ave que detecta un peligro en potencia hace sonar la alarma que pone sobre aviso a todas las que puedan oirle. El peligro puede proceder del aire o del suelo y muchas aves adoptan gritos de alarma que distinguen ambas amenazas. Las alarmas que llaman la atención sobre los predadores aereos suelen ser breves y agudas y constituyen un tipo de sonido dificil de localizar. Las aves que oyen esta alarma se dispersan poniéndose a cubierto. Pero la llamada de alarma para oponerse al predador terrestre contiene pistas referentes a las localizaciones del ave que lo ha detectado y la del predador. A pesar de que el canto de cada especie tiene que ser muy distinto para que no surjan confusiones, sus gritos de alarma son frecuentemente muy parecidos. El ave que primero detecta una rapaz avisa no solo a las aves de su especie, sino a todas las demás que puedan oirle. Las aves generalmente heredan de sus progenitores un vocabulario completo de cantos y notas de llamadas. La curruca zarcera no necesita ningún aprendizaje; aunque trascurriera toda su vida sin oir cantar a otra, seguirla desarrollando sus cantos y gritos y cada uno sería perfecto en tono, volumen, ritmo y calidad. Este se ha demostrado con experimentos en los que se criaba a estas aves en un aislamiento a prueba de sonidos. Otras aves poseen la misma habilidad innata para interpretar los cantos característicos de su especie a la perfección, salvo en algunos detalles. En estos casos, el aprendizaje completa la tarea comenzada por el instinto. Las aves jóvenes cuando establecen un territorio por primera vez, su canto generalmente suele ser incompleto; pero pronto lo remedian al imitar a otros machos que cantan a su alrededor. El aprendizaje por imitación es uno de los grandes misterios del comportamiento de las aves. Muchas de ellas incorporan a su canto notas de otras e incluso sonidos producidos por objetos inanimados.
por Luis Navas Cubero

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